Blog
Parashat Hazinu – Su Rajamim esta sobre todas sus Obras
- 13 de septiembre de 2021
- Publicado por: YPS Israel
- Categoría: Parahat Hashavua

Hay quienes dicen que a nuestro juicio no está completamente sellado sino hasta después de Hoshana Rabba. Seguramente a muchos de nosotros le gustaría hacer una apelación final, pero ¿qué diríamos? Hay una historia muy conocida sobre el Rabino Yehuda haNasi que puede ayudarnos a descubrir cómo, durante la semana de Sucot, podemos mitigar un juicio severo que pudo haber sido dictada en Iom Kipur.
La historia comienza con un becerro que se soltó mientras era llevado al matadero. Según Jazal, el becerro, gritando de terror, trata de ocultarse bajo el manto del Rabino Yehuda haNasi. El Rabino Yehuda Empuja al animal, diciendo: “Vaya, para este fin fueron creados”. Por esto, el Cielo infligió a Rabí Yehuda, problemas gástricos dolorosos, diciendo: “Puesto que él no mostró piedad, vamos a traer sufrimiento a él”.
Jazal comenta que cuando Rabí Yehudah haNasi rezo por alivio, se ignoraron sus oraciones, tal como el había hecho caso omiso de las súplicas del becerro. Muchos años más tarde impidió que su criada expulsara a una comadreja bebé desde su casa de manera violenta, sobre la base de que “Está escrito: “Su Rajamim está sobre todas sus obras.”. En este momento el Cielo elimino los problemas gástricos de él, diciendo: “Debido a que ha mostrado compasión, seamos compasivos con él”.
En la superficie parece que el rabino Yehuda no hizo nada que le mereciera tal castigo. Después de todo, el ternero estaba destinado a ser sacrificado. Y sin duda sería fuera de lugar pensar que habló con el becerro con dureza. Lo más probable es que él fuera suave con sus palabras y gentil con sus acciones. Así que la pregunta se vuelve abrumadora, “¿Por qué fue el Rabí Yehuda haNasi castigado? ¿Qué hizo que fuera tan malo? ”
La respuesta es que al momento en el que el ternero vino bajo la túnica de Rabí Yehuda HaNasi estaba bajo el dominio (reshut) del Rabí Yehuda. Por lo tanto, podría haber anulado la Gezera de ser sacreficado. Él tenía la capacidad y el derecho de hacerlo. Porque él no lo hizo, fue castigado.
El poder de la Suca es que es de dominio de Hashem. La Shejiná mora en el Sjaj y nos regocijamos, mientras que estamos bajo la protección divina de Hashem. Hashem previsto de que íbamos a entrar en su dominio inmediatamente después de Yom Kipur, de este modo tendríamos otra oportunidad de pedir perdón. “Hashem, estoy en su dominio! Me gozo en tus mandamientos! Por favor, mírame con buenos ojos!; por favor mitiga cualquier mala Gezera contra mí!. Te lo suplico ‘Ten rajmanut sobre mí y mi familia! ”
Que todos tengamos los méritos de ver el Bet Hamikdash reconstruido en nuestros días y nos gloriemos en la Simjat Bet Hashoava!.
Gmar Jatima Tova,
Rab Saul Wigoda Teitelbaum