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Parashat Behaalotja – La Shejiná descansa en Israel
- 27 de mayo de 2021
- Publicado por: Rab Naftali Espinoza
- Categoría: Parahat Hashavua

El siguiente comentario, lo basaremos en los primeros Pesukim de nuestra Parasha.
Este escrito en Bamidbar 8:1-2:
וַיְדַבֵּ֥ר יְהֹוָ֖ה אֶל־מֹשֶׁ֥ה לֵּאמֹֽר׃ דַּבֵּר֙ אֶֽל־אַהֲרֹ֔ן וְאָמַרְתָּ֖ אֵלָ֑יו בְּהַעֲלֹֽתְךָ֙ אֶת־הַנֵּרֹ֔ת אֶל־מוּל֙ פְּנֵ֣י הַמְּנוֹרָ֔ה יָאִ֖ירוּ שִׁבְעַ֥ת הַנֵּרֽוֹת׃
El SEÑOR habló a Moshe, diciendo: Habla con Aarón y dile: “ En tus subidas (cuando enciendas) las lámparas, que alumbren las siete lámparas en la parte delantera de la Menora”.
El Toldot Aharon nos trae la referencia en el Talmud de los primeros dos versos.
Por un lado, nos trae la Mishna en Masejer Meguila 21a donde la Mishna formula un principio general con respecto al número de personas que leen la Torá en diferentes ocasiones. Este es el principio:
“Cualquier día en el que se sacrifique una ofrenda adicional en el Templo y que no sea un Festival, es decir, la Rosh Jodesh y los Jol Hamoed, cuatro personas leen de la Torá; en un Jag, cinco personas leen; en Yom Kipur, seis personas; y en Shabat, siete personas leen. No es posible disminuir el número de lectores, pero si está permitido aumentar. Y en estos días también se concluye con una lectura de los Neviim”.
¿En que se asemeja el número de personas que suben a la lectura de la Tora con nuestra Parasha? La respuesta nos la trae la misma Guemara 21b la que escribe que si el del medio lee cuatro versos, también es digno de elogio, ya que la posición del medio también es digna, como se enseña en una Braita que sita el pasuk de nuestra Parasha: “Las siete lámparas alumbrarán frente al candelabro” (Bamidbar 8:2); Y esto nos viene a enseñar que el Cohen gira el frente de cada lámpara hacia la lámpara occidental de la menora, es decir, la lámpara del medio, y la lámpara occidental mira hacia la Shejina. Por lo tanto, Rabi Yoḥanan concluye de aquí, que de esta acción se deriva que el del medio es especialmente digno de elogio.
Siguiendo esta misma idea, la Guemara Menajot 88b nos vuelve a traer la misma Braita que dice: “Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas darán luz hacia el frente de la Menora” (Bamidbar 8:2), explicando que los Cohanim girarían el frente de cada lámpara hacia la lámpara del medio, pero la lámpara del medio estará dirigida hacia el Kodesh HaKodashim. Rabí Natan dice: “De aquí se puede inferir que la posición intermedia es preeminente”, sacando la misma conclusión de Rabi Yohanan.
Rashi en su cometario sobre el verso “…darán luz hacia el frente de la Menora” pregunta ולמה? ¿cuál es la razón de esto? Debemos tomar en cuenta que lo normal es encender cada lampara o vela lo más separado posible, para de esta forma tratar de alumbrar el mayor espacio posible. Por lo tanto, no tiene sentido que las lámparas de los costados sean dirigidas hacia la lampara central. Rashi trae una respuesta simple explicando que esto fue hecho así para que las personas no digan que Hashem necesitaba Luz.
¿Que significa que la posición intermedia es la prominente?
Como ya vimos, La lámpara central estaba frente al Kodesh HaKodashim, que estaba situado en el lado occidental.
Y la respuesta la podemos encontrar en Masejet Shabat 22a que nos relata que la lámpara occidental era “testimonio al mundo entero de que la Shejiná descansa en Israel”. Cada día, la lámpara occidental era la primera lámpara que se encendía. En él se colocaba exactamente la misma medida de aceite que en las otras lámparas, pero siempre era la última en consumirse.
Remez
El Abir Yaacov nos trae una razón para la mitzvá de encender la Menora. Cuando Hashem sacó al pueblo judío de Egipto, lo convirtió en un campamento sagrado, exactamente como se encuentra en los mundos superiores. Él los purificó y santificó cuando les dio la Torá, y les dijo explícitamente: “Seréis para mí un reino de ministros y una nación santa” (Shemot 19:6).
Hashem les advirtió repetidamente que mantuvieran su santidad, tal como dice el versículo: “Serás santo” (Vayikrá 19: 2), y “Pueblo santo serás para mí” (Shemot 22:30), y así sucesivamente. Todo esto es para que se adhieran y se unan correctamente a la espiritualidad de ser santo, similar a los ángeles en los mundos superiores, y la Menora alude a la Shejiná, y nuestro mayor anhelo y tarea más importante es elevar la Shejiná. Cuando se eleva, las chispas de santidad (reino espiritual conocido como “las aguas femeninas” o “chispas de santidad”) son elevadas y recibidas por el Mayin dujrin (reino espiritual conocido como “las aguas masculinas”), donde se extraen las chispas de la santidad. Tal como esta escrito en el Shaar HaKavannot 21a, las chispas de santidad ascienden cuando elevamos las diversas partes de nuestra alma, el Nefesh, Ruaj y Neshamá. Sin embargo, cuando el pueblo judío alcanzó un estado de perfección espiritual, Hashem quiso mostrarles, de una manera que pudieran ver con sus propios ojos, cuál es el estado supremo de perfección. Por lo tanto, Hashem ordenó al pueblo judío que hiciera la Menora, un símbolo de la Shejiná, y que encendiera sus luces. Hacerlo realmente eleva las chispas de santidad, porque las luces que se elevan desde la Menora son estas chispas de santidad, que se extraen y luego se elevan hacia la Shejiná. Es increíble, que el fuego físico se transforme en algo espiritual. Para apreciar esto se requiere una fe absoluta y perfecta, y quien enciende la Menora debe creer que sus luces son en realidad las chispas de santidad que se elevan hacia la Shejiná.
Alternativamente cuando el Pasuk dice “Cuando enciendas las lámparas”, el Zohar Hakadosh escribe que fue nombrado Aharon HaCohen, que es el Jesed, para que encienda la Menora que es el Maljut, y juntas son las siete Sefirot; Gevura, Tiferet, Netzaj, Hod y Yesod, además de Jesed y Maljut. Y explica el Abir Yaacov que esto alude a las chispas de santidad que se esparcieron por los mundos de Beriyah, Yetzirah y Asiyah, y cada día se extraen más de estas chispas de santidad de estos mundos. Y como está escrito en el Shaar HaPesukim, Ki Tavo, siman 27, hay once chispas principales de santidad; que corresponden a las once maldiciones encontradas en Parashat Ki Tavo, así como a las once especias de la ofrenda de incienso. De estas once, cuatro corresponden a los reinos espirituales conocidos como Abba, Ima, Yisrael Sabba y Tevu nah (“Padre”, “Madre”, “Israel el mayor” y “Comprensión”), y siete corresponden a las seis Sefirot que se conocen como “Z’eir” (la cara “pequeña”) y la Sefirá de Maljut, que también se conoce como “Nukvah” (femenino). Las últimas siete han descendido a los mundos de Beriyah, Yetzirah y Asiyah. Pero todos los días, a través de nuestras oraciones y buenas acciones, las extraemos y las elevamos hasta que finalmente se elevan a Nukvah (la Sefirá de Maljut) en el mundo de Atzilut, que es el más alto de todos los mundos.
Halaja
Por último, dejamos la Halaja relacionada con nuestro Pasuk de la Parasha.
La Halaja la trae el Rambam en el Mishne Tora Hiljot Bet Habejira 3:8 el cual escribe que: “Las seis lámparas colocadas en los seis lados que se extienden desde el centro de la Menora miraban hacia la lámpara central que estaba sobre el eje de la Menora. La lámpara central miraba al Kodesh HaKodashim y se llamaba lámpara occidental”.
Shabat Shlaom
Rab Naftali Espinoza, Rosh Yeshiva Pirjei Shoshanim
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