El Pitujei Jotam pregunta: ¿Por qué la Torá solo menciona alguna de las especias, Bálsamo, Onyja, Gálbano y el incienso donde el resto está incluido en el término general “Especias”? Como sabemos por los escritos del Arizal(Shaar HaKavannot, 13d), quizás la razón sea la siguiente: Hay once fragancias, siete de las cuales corresponden a las seis sefirot que comprenden el Atributo Divino de Z’eir [la cara “pequeña”, que incluye las sefirot de Jesed a Yesod] y Nukvah [Los “atributos femeninos”, que corresponden a la sefirá de maljut]; y cuatro de los cuales corresponden a los reinos espirituales de Abba, Ima, Yisrael Sabba y Tevunah (padre, madre, Israel y “entendimiento”).
Estas son las once chispas de santidad que están escondidas dentro de las klippot (“costras”, fuerzas de impureza) que también son once en número. Estas klippot también corresponden a las once cortinas hechas de pelos de cabra del Tabernáculo como se señala en Shemot 36:14, y a las once maldiciones enumeradas en Parashat Ki Tavo. Cada día, se extraen y purifican partes de estas chispas. Cuando se complete este proceso, llegará el Mashíaj, (Amen, que sea pronto en nuestros días).
La cantidad de chispas dentro de las klippot en realidad están más allá de cualquier número. Se clasifican y se consideran once, correspondientes a la letra vavו [y la primera heiה ] del Nombre de Hashem (י-ה-ו-ה), que tienen un valor numérico de 11. Las chispas que se extraen no están todas en el mismo nivel: Las chispas extraídas para Abba e Ima están en un nivel más alto que las de Yisrael sabba y Tevunah. Asimismo, las chispas extraídas para Yisrael sabba y Tevunah están en un nivel más alto que las de Z’eir y Nukvah. Las chispas para el mundo de atzilut (el mundo más elevado) están en un nivel más alto que las del mundo de beriyah, y así sucesivamente [descendiendo de beriyah a yetzirah y asiyah]. Estas chispas se denominan “mayin nukvin“, que se extraen y elevan.
Cuando una persona lee estos versículos sobre el compuesto de especias, necesita concentrarse en extraer las chispas de santidad del interior de las klippot. Por lo tanto, el Zohar alaba sin cesar la práctica de recitar estos versículos. Estas chispas de santidad se elevan a través de los tres mundos inferiores (asiyah, yetzirah y beriyah) hasta que alcanzan el mundo más elevado (atzilut) donde finalmente se extraen. La razón por la que los Sabios nos ordenaron recitar los versos del compuesto de especias al comienzo de nuestras Tefilot matutinas que corresponde al mundo más bajo, asiyah, es porque ahí es donde los klippot son más fuertes.