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Ayuno y Leyes sobre la Meguilá
- 15 de febrero de 2021
- Publicado por: Rab Naftali Espinoza
- Categoría: Fiestas
Siman 686 – Ayuno – Leyes sobre la Meguilá
- Se permite ayunar el día antes y después de Janucá y Purim.
- Ayunamos el 13 de Adar. Y si Purim cae el domingo, comenzamos el ayuno el jueves. Rama: No estamos Jayav (obligados de la Torá) en este ayuno, por lo tanto podemos ser indulgente al momento del ayuno, por ejemplo: una que está embarazada, amamantando o que no está gravemente enferma. E incluso si solo tiene dolor en los ojos que le molesta mucho, no deben ayunar ni ayunar un día más tarde. Pero otras personas que no tienen [que ayunar] en un momento separado del resto de la congregación. Y si Purim cae el domingo, y el ayuno se trasladó al jueves anterior, y cae en una circuncisión, se permite comer en (la seuda de la) circuncisión, y al día siguiente el viernes, los que comieron deben ayunar.
- Hay quienes ayunan tres días para el ayuno de Esther.
Siman 687
- Uno está obligado a leer la meguilá por la noche y regresar y repetirla durante el día. Y para la [lectura] de la noche – su hora es toda la noche, y para la [lectura] del día- su hora es todo el día, desde el amanecer hasta el final del día; y si uno lo lee desde el amanecer, ha cumplido [su obligación].
- Postergamos el estudio de la Torá para escuchar la meguilá, más aún por el resto de mitzvot de la Torá, porque todas ellos son (dejadas) postergadas durante la lectura de la meguilá. No hay nada que postergue a la meguilá por sobre ella, excepto por un muerto que no tiene quien lo reclame ni nadie que lo entierre, porque que quien lo encuentra, lo entierra primero, y luego lee [la meguilá] Rama: Todo esto solo si trata de una situación en la que uno puede hacer las dos cosas. Pero si es imposible hacer las dos, no hay una mitzvah de la Torá que aparte la meguilá (Ran y Beit Yosef en el nombre de Tosafot y Mehar’a Mizraji). Y el cadáver no reclamado es lo primero, es precisamente cuando le es posible leer después (la meguilá) (Mehar”a Mizraji).
Siman 689
- Todos están obligados a leer [la meguilá]: hombres, mujeres, extranjeros residentes y esclavos liberados. Y Enseñamos a los niños a leer.
- Es lo mismo si uno lee o escucha de alguien que lee, ha cumplido con su obligación. Es decir, si escucha de alguien que está obligado a leerlo. Por lo tanto, si el lector era un minusválido, un menor de edad o un enfermo mental, que escucha de él no cumple [su obligación][1]. Y hay quienes dicen que las mujeres no cumplen la obligación para los hombres. Rama: Y hay algunos que dicen que si una mujer lee para sí misma, bendice “para escuchar la meguilá”, porque no está obligada a leer (Mordejai, el primer capítulo de la meguilá).
El mes de Adar
El Talmud, en el Tratado de Taanit daf 29b, dice que cuando comienza el mes de Adar, se aumenta la alegría, tal como lo dice en Meguilat Ester; que el mes de Adar fue el que se transformó de tristeza a alegría, por lo tanto, es un mes que tiene buen Mazal.
La persona que tiene un pleito judicial contra un no judío, que trate de intimarlo en el mes de Adar, ya que, en este mes, hay mayor probabilidad que su juicio concluya de manera exitosa más que en otros meses.
El que embarca en el mes de Adar, ó el que emprende un viaje, y sabe que no va tener una Meguilá para llevar ó un lugar para escucharla; podrá leerla desde el comienzo del mes de Adar, pero no podrá recitar la Brajá por ella.
Pero, la Seudá de Purim, Mishloaj Manot, Matanot Laevionim, se deben realizar únicamente el día de Purim.
Ayuno del 7 de Adar
Existe una costumbre de las personas piadosas, de realizar un ayuno el día siete de Adar, que es el día del fallecimiento de Moshé Rabenu, y así mismo, acostumbran a realizar la noche del siete de Adar, un estudio especial.
El año que tiene dos Adar, la costumbre es que el estudio y el ayuno se realiza en el segundo Adar, pero es bueno también, que se realice un estudio en el primer Adar.
Hay quienes acostumbran que si hay diez personas ayunando el día siete de Adar en el mismo Bet Hakneset, se saca el Sefer Torá en la Tefilá de Minjá, y se lee el párrafo “Vaijal Moshé”, y también se agrega el párrafo “Anenu” en la Amidá, como en todos los ayunos.
Hay quienes dicen que el Jazán cuando repite la Amidá no deberá recitar “Anenu” en voz alta.
Taanit Ester
En los tiempos de Mordejai y Ester, se reunieron los Yeudim el día trece de Adar para realizar una Tefilá especial por los enemigos que los odiaban y que los querían exterminar; y necesitaban de una salvación especial para poder superar ese momento; ese día que realizaron la Tefilá, ayunaron, tal como lo realizó Moshé Rabenu, el día que el Pueblo de Ysrael peleó con Amalek.
Hashem escuchó sus plegarias y recibió su Teshuvá, y el día que pensaron los Goim gobernar sobre los Yeudim, fue exactamente al revés, los Yeudim gobernaron sobre los Goim y mataron a sus enemigos que eran setenta y cinco mil (75.000) personas, más los que mataron en la ciudad de Shushan, y los Yeudim, milagrosamente, no cayó ni una sola persona; por tal motivo, se estableció la costumbre de realizar todos los años en ese mismo día, un ayuno, llamado Taanit Ester.
La Mishná Brurá Siman 686 s’’k 2 escribe que la razón por la cual ayunamos en este día es porque en el tiempo de Mordejai y de Esther, los judíos se reunieron para defenderse de sus enemigos el día 13 de Adar [porque ese era el día en el cual el rey de Persia había decretado que fueran exterminados]. En este día, rogaron a D-os que les tuviera compasión y que los ayudara a vencer a sus enemigos. Ademas la misma Mishná Brurá en el Siman 549:1 señala que el objetivo de un día de ayuno es decidirnos a mejorar nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos. Si una persona ayuna sin esforzarse por mejorarse a sí misma, entonces ha ignorado la esencia del día. Por lo atnto ayunar previo a Purim, nos insta a reflexionar en el grandioso y misericordioso milagro que Hashem ha hecho con su pueblo.
Si el Ayuno cae en Shabat
Si el día trece de Adar, cae en Shabat, ya que no se puede ayunar en Shabat (excepto Yom Kipur), se adelanta el Taanit al jueves, que sería el once de Adar.
Quienes están exentos del ayuno
Las mujeres embarazadas ó en período de lactancia, están exentas del ayuno. Una mujer embarazada está exenta de ayunar a partir de los noventa días de embarazo, pero antes de ese período puede ayunar, a excepción que sufra de vómitos ó si se sintiera muy débil estará exenta de ayunar desde el comienzo del embarazo.
La mujer que está amamantando, aunque hubiese dejado de hacerlo dentro de los veinticuatro meses del nacimiento de su bebé, está exenta del ayuno.
En el caso de una mujer que tuvo un aborto, dentro del los veinticuatro meses, está exenta del ayuno. Pero, una mujer dentro de los treinta días de dar a luz, aunque quiera no deberá ayunar.
Una persona que está enferma, aunque no tenga riesgo de vida, está exenta del ayuno y no deberá realizarlo; así como tampoco una persona que se siente muy débil ó un anciano que siente debilidad, no deberá realizar el ayuno.
Pero, las personas que no tienen ningún inconveniente deberán participar con los demás de este Taanit aún si viene de viaje y le es difícil enfrentar el ayuno, que se esfuerce y lo realice.
Un novio dentro de los siete días de su casamiento no deberá ayunar, del mismo modo, un Brit Milá que caiga en Taanit Ester, el padre del bebé, el Sandak (la persona que sostiene el bebé en el momento que se le realiza el Brit Milá) y el Mohel, no deberán realizar el Taanit; y en el caso que ellos estén dispuestos a ayunar, no deberán hacerlo ya que para ellos se considera como un Yom Tov.
En Minjá del Taanit Ester, es bueno que haya diez hombres realizando el Taanit, para poder sacar el Sefer Torá y que el Jazán pueda agregar en la Jazará la Berajá de “Anenu“, pero si no hubiera diez hombres que realizan el Taanit, con que haya seis es suficiente (siempre y cuando el total de los hombres presentes sea como mínimo diez).
Lectura de la Meguilá
El Rambam Mishne Torá, Leyes de Meguilá y Januka 1:1-3 señala que:
“Es una mitzvá positiva ordenada por los rabinos para leer la Meguilá a la hora señalada. Es bien sabido que esto fue ordenado por los Profetas. Todos están obligados en esta lectura: hombres, mujeres, conversos y esclavos liberados. Los niños también deben ser entrenados para leerlo. Incluso los sacerdotes deberían descuidar su servicio en el Templo y venir a escuchar la lectura de la Meguilá. Del mismo modo, se debe descuidar el estudio de la Torá para escuchar la lectura de la Meguilá. Sin duda, esto se aplica a las otras mitzvot de la Torá: la observancia de todas ellas es reemplazada por la lectura de la Meguilá. No hay nada que tenga prioridad sobre la lectura de la Meguilá excepto el entierro de un mitzvá de meit – un cadáver que no tiene a nadie que se encargue de ello. Una persona que se encuentra con un cadáver debe enterrarlo y luego leer la Meguilá.
Uno puede cumplir su obligación leyendo o escuchando la lectura de otra persona, siempre que uno escuche a una persona que está obligada a escuchar la lectura. Por esta razón, si el lector era menor de edad o mentalmente incompetente, aquel que escucha su lectura no cumple con su obligación. Es una mitzvá leer toda la Meguilá y leerla tanto de noche como durante el día. Toda la noche es un momento apropiado para la lectura nocturna, y todo el día es apropiado para la lectura del día”.
¿Cuál es el día apropiado para leer la Meguilá?
El Rambam[2], responde que los Sabios ordenaron muchos tiempos diferentes para su lectura, como lo sugiere Ester 9:31: “Para confirmar estos días de Purim en sus tiempos señalados”. Los siguientes son los días en que se lee la Meguilá: Cada ciudad, ya sea en Eretz Israel o en la diáspora, que estaba rodeada por un muro en la época de Joshua bin Nun, debía leer la Meguilá el día quince de Adar. Esto se aplica incluso cuando un muro no rodea la ciudad en este momento. Tal ciudad se llama כרך. Cada ciudad que no estaba rodeada por un muro en el momento de Joshua bin Nun debería leer la Meguilá el día catorce de Adar. Esto se aplica incluso cuando hay un muro que rodea la ciudad en este momento. Tal ciudad se llama עיר.
Yotze (salir de la obligación) por la lectura de otro
La Mishna Brurá Siman 689 s’’k 4 posek que es necesario que el lector tenga la intención de cumplir con el oyente. Y en el s’’k 7 agrega que Yesh Omrim (Hay quienes dicen) que las mujeres no pueden cumplir la obligación de los demás, ya que ella no está obligada a leer, solo a escuchar, porque ella no está obligada en los asuntos (miztvot) de un hombre, pero de todas formas puede hacer cumplir a su amiga.
La Mishna Brurá[3] señala que todos los oyentes están obligados a escuchar con atención cada una de las palabras que pronuncia el lector de la Meguilá. Por lo tanto es importante que quien lea la Meguilá sea experto en esto, ya que, si saltea una sola palabra o si quien escucha no oyó una sola palabra, entonces no salió de su obligación y sera necesario que nuevamente se lean las palabras faltantes.
El Yalkut Yosef 54:8 posek que alguien que es sordo y no puede oir nada, aunque él esta igualemnte obligado a leerla, no puede Yotsei a otros.
Meguilá Kosher
Y ahora[4], todos deberían tener una Meguilá kosher y leer en voz baja palabra por palabra, porque es imposible escuchar del líder por el ruido y la conmoción del lugar, cuando golpean con palos y hacen ruido. Y es apropiado que cada judío se comporte de esta manera si puede. Ver más en el Siman 690:4.
Es una Mitzvá que cada persona lea desde una meguilá keshera ya que, si no escucho una palabra del que esta leyendo en voz alta para el resto, su lectura silenciosa lo saca de la obligación (Yalkut Yosef 54:29). Y si uno lee desde una Meguilá impresa, es primordial que preste su máxima atención al jazan, ya que, si no escucho una sola palabra de la lectura del jazan, su lectura silenciosa no la reemplazara, y por lo tanto no lo sacara de la obligación.
Leer dos veces
Rabi Yehoshua Ben Levi en Masejet Meguila 4a dijo “La persona tiene el deber de leer el rollo de Esther de noche y repetirlo de dia, pues fue dicho: (tehilim 22:3) Di-s, llamo durante el dia…y en la noche”.
El Mejaber posek que uno está obligado a leer la Meguilá por la noche y regresar y repetirla durante el día. Durante toda la noche y el dia respectivamente. La Mishná Brurá[5] señala que se lee dos veces para recordar el milagro que ocurrió cuando los judíos lloraron por sus sufrimientos de día y de noche.
Posponiendo otras Mitzvot
El Mejaber posek que postergamos el estudio de la Torá para escuchar la Meguilá, y que no hay nada que postergue a la Meguilá, excepto por un muerto que no tiene quien lo reclame ni nadie que lo entierre, porque que quien lo encuentra, lo entierra primero, y luego lee la Meguilá. Y al respecto el Rama posek de acuerdo con lo escrito por el Ran y Bet Yosef quines opinan que todo esto es solo si trata de una situación en la que uno puede hacer las dos cosas, pero si es imposible hacer las dos, no hay una Mitzvá de la Torá que aparte la meguilá. El Mehar’’a Mizraji posek que si el cadáver no reclamado es lo primero, es precisamente cuando le es posible leer después la Meguilá.
La Mishná Brurá en el Siman 692:1 escribe que incluso si la persona tiene a cien personas en su casa para leer con él la Meguilá, pero a la misma hora la comunidad la lee en la sinagoga, sigue siendo una mitzvá para él oír la lectura en la sinagoga con un grupo mayor de personas. Esto se debe al concepto de berov am hadrat melej – “el Rey es honrado con la mayoría del pueblo” (Mishlei 14:28).
Obligacion de las mujeres
El Mejaber escribió que todos están obligados a leer (o escuhar) la Meguilá: hombres, mujeres, extranjeros residentes y esclavos liberados.
El Rab Shlomo Ganzfried KSA 141:7 posek que todos están obligados a escuchar la lectura de la meguila, inlusive las mujeres y por supuesto se debe entrenar a sus hijos en la lectura.
El Yalkut Yosef 54:5 señala que si la mujer no puede ir a la sinagoga a escuchar la Meguilá, tiene la obligación de escucharla en la casa u otro lugar donde haya alguien experto en leerla.
Meguilá para los Niños
La Mishna Brurá Siman 689 s’’k 16 posek que es una buena práctica traer a los niños a escuchar la lectura de la Meguilá, para así educarlos en el mandamiento de publicitar el milagro. Por esta razón, la comunidad está acostumbrada a leer estos versículos en voz alta (Siman 690:17), que son la esencia del comienzo del milagro, y su fin, y tambien asi despertar a los pequeños que se duermen, y de esta manera prestarán atención a la lectura, y se les leeran los versículos para enseñarles (Levush).
Los Niños hoy en dia
La Mishna Brurá en el Siman 689 s’’k 18 agrega que hoy en dia, debido a nuestros muchos pecados, esto cambio, ya que lo niños no solo no escuchan, sino que se desordenan haciendo que los adultos no puedan escuchar, y la única razón por la que los llevamos a escuchar la Meguilá, es para vencer a Haman. De esta manera, el padre no cumple el mandamiento de la educación en absoluto. En verdad, desde la perspectiva del mandamiento de la educación, cada padre tiene que mantener a sus hijos pequeños cerca de él, y supervisarlos para que escuchen la lectura, y cuando el lector llegue a mencionar el nombre de Haman Aggagita, al niño se le permite golpear como es su costumbre, pero ese no debería ser el propósito principal de llevar al niño a la sinagoga.
Halajá Lemaasé
Resumen práctico de la halajot sobre la lectura de la Meguilá Esther:
Se debe leer ó escuchar la Meguilá en la noche de Purim y en el día de Purim, la noche se considera desde la salida de las estrellas, y concluye con el alba; en caso de que sepa que no va a poder leer la Meguilá a la noche, como por ejemplo, que declaren Estado de Sitio, podrá adelantar la lectura y leer la Meguilá hasta una hora y doce minutos antes de la puesta del sol; y dentro de lo posible, es preferible leer la Meguilá después que pasaron setenta y dos minutos de la puesta del sol.
La Meguilá que se lee en el día, deberá ser leída desde la salida del sol y hasta la puesta de este; y si la hubiese leído luego del alba, también cumplió con la Mitzvá.
La persona que no leyó la Meguilá a la noche, no podrá compensarlo con la lectura de la Meguilá del día, leyéndola dos veces.
La mejor manera de cumplir la Mitzvá de Meguilá es en un lugar con mucha concurrencia de público.
Se deben interrumpir los cursos de Torá para leer y escuchar la Meguilá. Y aún si en los cursos de Torá hubiera cien personas, se deberán reunir en el Bet Hakneset para escuchar la Meguilá con más personas todavía, ya que es en Honor de la Mitzvá. Pero, si sabe que en el Bet Hakneset hay mucho ruido y no va a poder escuchar la Meguilá con concentración; en ese caso, podrá armar un grupo de diez personas y leerla en ese ámbito.
La obligación de escuchar la Meguilá, rige tanto para los hombres como para las mujeres, por lo tanto, mujeres que no pueden concurrir al Bet Hakneset para escuchar la Meguilá del Jazán ó en el caso de haber mucho ruido en el Templo y no poder escuchar la Meguilá, deberán escuchar la Meguilá de una persona experta en la lectura de esta.
El motivo por el cual, las mujeres deben escuchar la Meguilá, aún siendo una Mitzvá de acción que tiene un tiempo estipulado para cumplirla, (y la regla general es, que las Mitzvot de acción que tienen un tiempo estipulado para cumplirlas, las mujeres, están exentas), en este caso es diferente, ya que las mujeres fueron parte del milagro que ocurrió en Purim.
La persona que va a leer la Meguilá en su casa para que la escuchen las mujeres, antes de leerla, deberá recitar las Brajot correspondientes a la lectura, pero al finalizar la Meguilá al recitar la última Brajá, no podrá recitarla si no hubiera como mínimo diez mujeres que se hayan reunido para escuchar la Meguilá.
La Meguilá se debe escuchar de un hombre mayor de trece años que habla y escucha, pero una persona que es sorda, aunque las personas escuchen lo que él dice, no podrá leer la Meguilá, pero si esta persona puede escuchar por intermedio de audífonos, no se considera sordo, y podrá leer la Meguilá.
El que escucha la Meguilá por intermedio de la radio, aunque sea en vivo, no cumple con la Mitzvá, pero el que escucha las Brajot de la Meguilá por la radio, si es en vivo, deberá responder Amen sobre las Brajot.
En un Templo grande, en el cual hay muchas personas, podrá leer la Meguilá con un micrófono, siempre y cuando si al quitar el mismo, de alguna manera se puede escuchar a la persona que la lee. Pero, si al quitarlo, no se puede escuchar a la persona que la lee, no se deberá leer con micrófono.
Hay una discusión entre los Jajamim, si la mujer que sabe leer la Meguilá, lo puede hacer, y de esa manera que los hombres también cumplan con la Mitzvá; por lo tanto, al haber tal discusión, es preferible que la lea un hombre.
En caso de que no haya un hombre que la sepa leer, la podrá leer una mujer mayor de doce años.
Es bueno educar a los niños a escuchar la Meguilá, pero, aunque sepa leer la Meguilá, el niño no podrá leerla para los mayores.
Los niños pequeños, menores de seis años, es mejor no llevarlos al Bet Hakneset, ya que molestan al resto de las personas que concurrieron para escuchar la Meguilá; y aquel que los trae cargará con las consecuencias de los ruidos molestos de sus hijos y el consecuente impedimento de escuchar claramente la Meguilá. Por lo tanto, los encargados de los Templos deberán poner especial hincapié en que los niños no molesten ni hagan sonar matracas ó silbatos en el momento de recordar la palabra Haman, ya que ello perturbará el silencio y la concentración de las personas que deben escuchar con atención la Meguilá.
El ciego y el mudo deberán escuchar la Meguilá de otra persona.
Antes de comenzar a leer la Meguilá a la noche, se recitan tres Berajot:
1) Al Mikrá Meguilá
2) Sheasá Nissim
3) Shehejeianu
Y al repetir la Meguilá en el día, deberá recitar sólo las dos primeras Berajot (y no decir Shehejeianu).
Si se hubiese olvidado de recitar la Brajá de Shehejeianu u otra Brajá previo al comienzo de la lectura, y lo recordó en la mitad de la lectura, podrá recitar la Brajá en ese momento, mientras no se haya terminado de leer la Meguilá.
Y si ya finalizó de leer toda la Meguilá y recuerda que no recitó Shehejeianu, podrá hacerlo antes de leer la Meguilá al día siguiente.
La persona que recitó las Brajot en el Bet Hakneset y leyó la Meguilá, podrá volver a leerla con todas sus Brajot, incluyendo la Brajá de Shehejeianu para que escuchen las mujeres en su casa.
La persona que está de luto dentro de los doce meses de su padre ó su madre, ó dentro de los treinta días de otro familiar cercano, podrá leer la Meguilá en público aunque esté recitando la Brajá de Shehejeianu que se dice con alegría. Y aún, las Comunidades que acostumbran que la persona que está de luto, no lea la Meguilá, si se trata del Jazán fijo del Templo, y si no hubiera en el Templo otra persona que la sepa leer como él, podrá realizarlo.
Si una persona está de luto y lee la Meguilá solo ó para las mujeres en una casa, podrá leerla recitando todas la Brajot según todas las opiniones, incluso la Brajá de Shehejeianu.
Antes de comenzar la lectura de la Meguilá, es bueno que el Jazán, explique al público que ellos deben pensar en cumplir con la Mitzvá de escuchar la Meguilá; y él con su lectura los piensa incluir en esta Mitzvá.
Es bueno que dos personas estén paradas junto con el Jazán mientras recita las Berajot y lee la Meguilá, uno a la derecha y otro a la izquierda.
La persona que lee la Meguilá debe permanecer de pie al recitar la Berajot y al leer la Meguilá, por respeto al público.
Hay distintas costumbres a cerca de cómo debe estar el público en el momento en que se lee la Meguilá ó que se recita las Brajot. Hay Comunidades que acostumbran que el público se pare mientras el Jazán recita las Brajot y se sientan para escuchar la Meguilá, y hay quienes acostumbran que en todo momento el público esté sentado. Y cada lugar puede continuar con su respectiva costumbre.
También en una casa en la cual se lee la Meguilá, es bueno que se pongan de pie en el momento de recitar la Brajá; pero en el momento de la lectura podrán tomar asiento.
Hay quienes dicen que antes de comenzar a leer la Meguilá se debe desenrollarla, luego recitar las Brajot y leerla.
Y hay quienes opinan que la debe ir abriendo mientras la va leyendo y mantenerla abierta hasta el final de la Meguilá. Y así queda la Halajá. Pero, es bueno abrirla toda antes de comenzar a recitar las Brajot.
Al finalizar de leer la Meguilá, antes de recitar la Brajá posterior a la lectura, se deberá enrollar la Meguilá y luego recitar la Brajá por ella. No se deberá recitar la Brajá mientras la está enrollando.
Al leer la Meguilá se deberá poner especial hincapié en su lectura, en no saltearse ni una palabra, ya que hay quienes dicen que, si faltó una sola palabra en la lectura de la Meguilá, no cumplió con la Mitzvá; por lo tanto, la persona que la lee deberá pronunciar bien cada palabra para que todos lo puedan escuchar y cumplir con la Mitzvá.
En los Templos que los niños hacen ruido al escuchar la palabra Haman, el Jazán deberá esperar hasta que finalice el ruido y volver a repetir la palabra anterior para el que no la escuchó como corresponde.
Es bueno, dentro de lo posible, que la persona que escucha la lectura de la Meguilá, tenga en su mano una Meguilá de pergamino kasher, para que en caso que no llegue a escuchar alguna palabra del Jazán la pueda leer de la Meguilá kesherá, y si no pudiera hacerlo, que por lo menos tenga en su mano una Meguilá impresa para poder leer alguna palabra que no hubiera podido escuchar.
En caso de no tener una Meguilá de pergamino en su mano, sino que tiene una Meguilá impresa, sólo debe seguir con la vista la lectura de la persona que está leyendo para el público, y no deberá leer en voz alta, sino únicamente escuchar.
Está prohibido hablar en el momento que escucha la lectura de la Meguilá hasta finalizar las Brajot posteriores a la lectura.
Si la persona hubiera hablado en la mitad de la lectura y no hubiese podido escuchar en ese momento la lectura, deberá repetir desde el lugar donde no escuchó del libro que tiene frente a él y luego seguir escuchando a la persona que la lee.
Se acostumbra decir, cuatro Pesukim (versículos), todos juntos y en voz alta, que son los siguientes:
1) “Ish Iehudí”
2) “ValailaHahu”
3) “UMordejai Iatza”
4) “LaIehudim Haietá”
En Ierushalaim, se acostumbra que el público también recite el Pasuk “Ki Mordejai HaIehudí“.
Cabe aclarar que luego que el público lea estos Pesukim, el Jazán debe repetir estos Pesukim leyéndolos de la Meguilá.
El párrafo que recuerda los nombres de los diez hijos de Haman hasta la palabra “Aseret“, se deberá leer de un sólo aliento, y es bueno comenzar desde el párrafo “Jamesh Meot Ish“, y el motivo de esta costumbre es porque fueron colgados todos juntos; pero si no lo leyó de un sólo aliento, también cumplió con la Mitzvá.
Es muy importante que la persona que lee la Meguilá, lea la palabra “Veet” de cada uno de los nombres de los hijos de Haman de la Meguilá, y se debe poner especial hincapié, ya que están los nombres en una columna y la palabra “Veet” en otra.
Al finalizar de leer la Meguilá, deberá enrollarla y recitar la Brajá posterior que comienza “Hael Harab Et Ribenu” y finaliza con “Hael Hamoshia”.
Y si no hubiese recitado la Brajá antes ó luego de recitar la Meguilá, cumplió con la Mitzvá.
El público presente en la lectura de la Meguilá puede recitar la Brajá posterior a la lectura de la Meguilá en voz baja junto al Jazán.
Luego de finalizar la Brajá posterior a la lectura de la Meguilá, se acostumbra a decir el párrafo “Harur Haman Baruj Mordejai…” hasta “…VeGam Jarboná Zajur Le Tov”. Y hay quienes acostumbran a decir este párrafo tres veces.
No se debe comer antes de la lectura de la Meguilá tanto a la noche como en la lectura de la mañana; pero, sí se puede comer frutas, una porción de torta que pese menos de cincuenta y seis gr., tomar té ó café; pero es preferible no ingerir ningún alimento ó bebida antes de la lectura de la Meguilá.
La persona que se encuentra en un lugar que no tiene una Meguilá de pergamino kasher para leer, no deberá recitar la Brajá de Shehejeianu al comer en la Seudá de Purim, ya que la Brajá de Shehejeianu fue establecida sólo para la lectura de la Meguilá, y deberá leer la Meguilá de algún Jumash ó de alguna Meguilá impresa.
[1] Y que estos están patur (exentos) por lo tanto al escuchar la lectura de ellos, no saldiamos de la obligación.
[2] Mishne Torá, Leyes de Meguilá y Januka 1:1-3
[3] Siman 690:48.
[4] Mishna Brurá Siman 689 s’’k 19.
[5] Siman 687 s’’k 2.